Motivación en el trabajo

Es sabido que la luz natural, los espacios ordenados y despejados, la música apropiada, ciertos tipos de plantas y los colores transmiten emociones y sensaciones, y ayudan a crear entornos más productivos en el hogar y el trabajo.

Sin embargo, no es tan frecuente tener presente la importancia de los aromas a la hora de generar estímulos inconscientes para incrementar la creatividad y la motivación.

Así como a muchas personas les apasionan los perfumes personales, y se dice que hay uno especial para cada tipo de piel, la disciplina de la aromaterapia se especializa en analizar, estudiar y promover el uso de aromas integrados a los ambientes, de acuerdo con los resultados que se desean obtener.

Es posible que, casi sin darte cuenta, conozcas de ello en acciones cotidianas: cuando vas a un mall a comprar algo, por lo general hay una esencia que la caracteriza. O bien, entras a un sanitario bien aseado de un restaurante, y reconocerás una fragancia “a limpio”. También todas las cadenas de hoteles utilizan aromas en sus espacios comunes, y muchas de ellas han encargado a perfumistas su diseño exclusivo, como los Hoteles Hyatt; y en los supermercados y tiendas con desarrollos cuidados, los aromas promueven lo que se llama “marketing sensorial”, que permite conectar el sentido del olfato con el impuso que quieren lograr -en este caso, comprar-.

También es un hecho que cada vez más en el mundo se obsequian almohadillas con semillas de lavanda, con su perfume característico; o velas aromatizadas que realzan los ambientes, creando entornos de mayor calidez y cercanía. Y si vas a un spa o a tomar un masaje, es uno de los principales estímulos que complementan la experiencia.

El sentido del olfato es sumamente poderoso en los humanos -aunque no tanto como en ciertas especies animales, como los de raza canina-. Influye en forma determinante en la actividad del cerebro, ya que los bulbos que lo mueven integran el sistema límbico, que es donde se procesan las emociones y el aprendizaje.

Es así como, cuando tienes recuerdos antiguos relacionados con un aroma, se despiertan emociones muy reales: el aroma a comida casera, a tu madre en la intimidad contigo cuando eras pequeño, a una colonia de un mayor que adoras, e incluso conecta también con experiencias de displacer -los aromas que generan repugnancia-.

Como no todo entra por los ojos o por el tacto, es posible que desees incorporar los aromas para incrementar tu potencial creativo y de amplitud mental.

Lo más conveniente es utilizar aceites esenciales que permiten activar el hipotálamo -la parte del cerebro que envía mensajes a otras secciones para generar ciertos resultados-. Al hacerlo, se incentivan esos espacios, despertando la lucidez, claridad, innovación, amplitud de criterios, paz, relajación, cercanía; todo esto activando el sistema inmune, movilizando la presión de la sangre y estimulando la digestión, entre otros aspectos biológicos.

– Limón y cítricos verdes en general -como la lima-: facilita la concentración, el enfoque y promueve la calma ante enojos y ansiedad.

– Jazmín: ayuda a calmar las tensiones y combatir estados de tristeza, melancolía y depresión. Es revitalizante, promueve sensación de confianza y optimismo.

– Romero: Estimulante y motivante, contribuye a mejorar la retención de la memoria. Combate el cansancio, el agobio y la fatiga mental.

– Canela: Las propiedades estimulantes de la canela ayudan a combatir la fatiga mental y a mejorar la concentración.

– Menta: Ideal para procesos creativos, ya que potencia la energía, vigoriza el ambiente, facilita la concentración y el pensamiento colaborativo.

Daniel Colombo